martes, 24 de mayo de 2016

El Pueblo que Desafió a un Imperio

Texto tomado del libro "Apuntes del Teruño", escrito por Don Milton Flores Moreno.

Mixquiahuala.- El Pueblo que Desafió a un Imperio.

Este bello rincón del Estado de Hidalgo, llamado Mixquiahuala de Juárez, cuyo significado en lengua náhuatl es: "Lugar circundado de Mezquites", y que lleva el apelativo del ilustre patricio Licenciado Don Benito Juárez como reconocimiento a que luchó con gran espíritu de sacrifio por legarnos una patria libre y generosa, tuvo oportunidad de patentizar su lealtad a la causa liberal con un conmovedor acto heróico.

Surgen los antecedentes al concluir la sangrienta lucha fraticida conocida como la guerra de tres años.
Es otra calamida que empeña ominiosamente la vida de México; un grupo minoritario integrado por traidores, no queriendo perder sus privilegios, se trasladó a Europa para manifestar a Napoleón III su deseo de que nombrara a un príncipe para que nos viniera a gobernar.

Estos acontecimientos se desarrollaban allá por 1863 cuando el grupillo de apátriadas monárquicos, después de un largo viaje llegaba a Miramar encabezado por José María Gutiérrez de Estrada, quien soñaba que la felicidad de nuestra nación se alcanzaría al quedar bajo la tutela de un príncipe rubio de ojos azules.

En efecto, el 10 de abril de ese año, la comisión de malinchistas compuesta por: José María Gutiérrez EStrada, Joaquín Velázquez de León, Juárez Peredo, Ignacio Aguilar y Marocho, José Hidalgo, Francisco Javier Miranda, Tomás Murphy, Antonio Escandón, Adrián Wool, Angel Iglesias Facio y José María Landa y Arrongoiz, llegó a Miramar para ofrecer a Maximiliano de Habsburgo el trono de México siempre que fuera aprobado por su Majestad Napelón III. Aunque esta farsa ya había sido arreglada por Aguilar y Marocho en el Palacio de las Tullerías, en donde Gutiérrez de Estrada, en elsaón de recepciones hizo uso de la palabra; dando tres pasos al frente y con ramplona solemnidad dijo:

     "México con filial confianza, pone en vuestras manos el poder soberano y constituyente que debe regular sus futuros destinos y asegurar su glorioso porvenir, prometiéndose en este momento de solemne alianza, un amor sin límites y una fidelidad inalterable".

A continuación, Maximiliano, dando contestación a dicho ofrecimiento prestó el juramento de rigo, de la siguiente manera:

     "Yo, Fernando Maximiliano, Emperador de México, juro a Dios por los Santos Evangelios, procurar por todos los medios a mi alcance, el bienestar de la Nación y defender su Independencia, conservando la integridad de su territorio".

Al realizarse la invasión, bajo consigna terminante, a donde quiera que llegaban los franceses, de inmediato convocaban a juntas para que expresaran su deseo de llamar a Maximiliano. De ese modo se reunió un buen número de actas que desde luego, no podían ser el signo de la voluntad nacional, porque no las firmaron todos, ni la mayoría de los pueblos de la República, gran parte de la cual estaba en manos de los liberales y no eran levantadas con voluntad, sino bajo la fuerza de las ballonetas francesas.

A este episodio se refiere la actitud asumida por los ciudadanos mixquiahualenses, cuyo relato es el siguiente:

Frente al costado poniente de la plaza principal de Mixquiahuala de Juárez, Hidalgo; existía una vieja construcción ubicada en la contraesquina del atrio de la parroquia. Era de las construcciones más antiguas de la población; ocupaba casi media manzana, por lo cual tenía vista a la plaza principal, a la plazuela Hidalgo y a la calle de Ponciano Arriaga. Los que la conocieron nunca supieron quien la construyó, aunque había indicios de que ya existía antes de imperio de Maximiliano. Se dice que fue habitada por una familia cuyos últimos descendientes fueron unas damas de apellido Aguirre, lo que originó que se le conociera por "LA CASA DE LAS AGUIRRE".

En esaépoca en dicha casa había un local comercial con tres puertas que daban hacia la plza principal y otra a la plazuela Hidalgo. Entre las tres puertas citadas había unos "poyitos" en donde descansaban los viandantes. La puerta más cercana ala esquina de la plaza principal, tenía una hoja cubierta totalmente de lámina metálica, muy bien acoplada, que guardaba simetría con la otra hoja que era de madera. La explicación es que la puerta fue recubierta debido a que una ocasión intentaron quemarla.

Este hecho ocurrió a consecuencia de haber llegado a México, Maximiliano, ya ungido como Emperador, precisamente el12 de junio del año de 1864, encaminado sus primeros pasos a consolidar su situación política interna y así poder obtener el reconocimiento de otros países.

Con este fin, el Emperador ordenó que todas las ciudades, pueblos, villas y demás centros de población, la firma de actas en donde dieran su adhesión al Imperio.

Para entonces, Mixquiahuala ya no tenía la categoría de Alcaldía Mayor que comprendia las poblaciones de Tepatepec, Santa María, Xochitlán, Huitezcalco, Tepeitic, una ex-República indígena llamada Tlaxcoapan, la hacienda de Tlahuelilpan y Atitalaquia, pues ya había pasado a ser parte del Distrito de Actopan. Las autoridades del Imperio sojuzgaban desde su comandancia